Un domingo cualquiera
Hoy, no es un domingo cualquiera, porque jamás volverá a pasar un minuto ya vivido, ya sentido. Abre bien los ojos, no dejes nada sin vivir, sin sentir, no frenes la emoción, disfruta de ella, ya sea triste o alegre, porque todas esas situaciones se convertirán en experiencias que mañana retomaras para no volver a equivocarte, o simplemente volverán a tu pensamiento, a tu día en forma de recuerdos, para volverlos a vivir una y cien veces más.
Porque cada segundo puede estar compuesto por miles de momentos, por miles de recuerdos, estados, todo tu espacio se llenará de olores, gestos, caricias, miradas, lágrimas saladas, o por cientos y cientos de risas de esas contagiosas que te harán reír en la mejor de las compañías, la tuya propia. Porque en mi vida no pasa el tiempo, no hay relojes, ni de soles, ni de arena, ni mecanizados, sino que pasan miles de estados y todos ellos serán y son los que miden mi paso del tiempo, mi hoy, mi ahora y me hacen ser lo que soy, sentir lo que siento y escribir un pensamiento. Sara ct.