Si piensas…

Si piensas que estoy lejos, te equivocas, siempre viajo contigo. Estoy en el viento que acaricia tu pelo, en el primer rayo de luz que te despierta y te da los buenos días, estoy en esa melodía que no deja de aparecer en tu cabeza, esa que tarareas cuando ni siquiera te das cuenta, hasta que sonríes y de un golpe me recuerdas. Estoy en el gesto de esa chica, esa que tienes enfrente, y la miras una y otra vez pensando, cuánto se parece a ella. Estoy a la hora en punto, quizás para ti demasiado perfecta. Estoy en el sonido de la campana, esa que siempre nos separaba. Estoy sentada en la última fila, cuando miras al fondo, con mi mano sujetando mi cara, mirándote fijamente. Estoy en cada 10 que redondeas con tu boli rojo, ese que me costó tantos esfuerzos, y que me valió para diferenciarme. Estoy en ti, y todavía no te has dado ni cuenta. Sara y.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Si piensas…

Si piensas que estoy lejos, te equivocas, siempre viajo contigo. Estoy en el viento que acaricia tu pelo, en el primer rayo de luz que te despierta y te da los buenos días, estoy en esa melodía que no deja de aparecer en tu cabeza, esa que tarareas cuando ni siquiera te das cuenta, hasta que sonríes y de un golpe me recuerdas. Estoy en el gesto de esa chica, esa que tienes enfrente, y la miras una y otra vez pensando, cuánto se parece a ella. Estoy a la hora en punto, quizás para ti demasiado perfecta. Estoy en el sonido de la campana, esa que siempre nos separaba. Estoy sentada en la última fila, cuando miras al fondo, con mi mano sujetando mi cara, mirándote fijamente. Estoy en cada 10 que redondeas con tu boli rojo, ese que me costó tantos esfuerzos, y que me valió para diferenciarme. Estoy en ti, y todavía no te has dado ni cuenta. Sara y.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *