Nunca llegaste tarde, sino a tiempo


Porque llegaste tarde pero a tiempo, con tu sonrisa permanente y me alegrabas cada día con sólo verte,siempre positiva, cariñosa. atenta a todo y a cada detalle. La verdad es que yo no suelo confiar mucho en la gente, me cuesta mucho entrar en el corazón de las personas, quizás porque el mío esta muy oculto por miles de corazas que el tiempo le ha ido poniendo. Pero llegaste tú y día a día, detalle a detalle fuiste entrando poquito a poquito en mi corazón herido. Me encantas porque no sólo estás en mis días de risas y sueños sino en mis días de tristezas y dudas, contigo no tengo miedos, soy yo al cien por cien. Siempre sabiendo escucharme cuando sólo necesitaba ser escuchada y dando tú opinión cada vez que te lo pedí. En fin amiga, gracias por llegar al fondo de mi corazón.   Sara ct.


                                                17 de Septiemnbre 2014

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *