Luz

Llegó la hora, se apagaron las luces, de la calle, de los hogares, las chimeneas dejaron de desprender humo. Era como si la llegada de la oscuridad anunciará el fin del día, de ese día de vida. Alicia Iba caminando hacia su casa, pensando como siempre, mirando sin mirar, pendiente de buscar vida tras un giro de calle, buscaba la luz de entre tanta oscuridad, miraba una a una las ventanas de las casas que atravesaba hasta llegar a la suya. Pasadas varias calles encontró una luz, lejana y tras ella sombras de aquellos que vivían allí, En ese momento dejaba de pensar y comenzaba a dejarse llevar por lo que imaginaba, pensaba en que hacían las personas que allí vivían, quienes eran, por qué no habían apagado aún su luz. Nunca entendió tanta oscuridad, cuando aún quedaban muchas horas hasta que llegará el sueño, el nuevo día. No entendía la rapidez en la que la noche lo invadía todo y lo dejaba totalmente a oscuras. Aprendió a amar la oscuridad a base de vivir en ella, a moverse entre la nada, poco a poco la hizo día, podía moverse alrededor de toda su casa sin encender una luz, contaba con pasos, ellos le daban la medida de la distancia para llegar a todas partes, no utilizaba sus manos, solo su instinto , hasta que por fin un día comenzó a ver, poquito a poco vio que todo lo que la rodeaba tenía luz, sólo había que ser pacientes, ser como aquel que un día descubrió una estrella en el cielo. Y fue entonces cuando Alicia comenzo a amar la noche, que supo encontrar la luz en cada cosa y en ella descubrio la mejor, la de una estrella. Sara ct.

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