Hay días que..
Hay días que amanece y no puedes, no quieres moverte de la cama. Abres la primera página de un libro y de repente dejas de sentirte sola, te invaden historias y personas, que desde el minuto uno comienzan a adquirir vida y puede que acabe conociendo casi tanto como a mí misma. Como siempre cuando estoy sola, comienzo a leer en voz alta, cosa que ayuda cuando el silencio lo invade todo, y así se envuelve el espacio de vida, y sin dejar de mirar a mi alrededor, todo comienza a parece distinto, veo lugares lejanos, acaricio las palabras hasta hacerlas mías, y acabo conociendo cada rincón de ese libro, como si yo misma hubiera trazado ese lugar hasta hoy desconocido con mi puño y letra, lugares que, milagrosamente, ahora habitan en mí. Sara ct.