El espíritu de la Navidad 25.12.2014
Dicen que para vivir la navidad hay que creer en ella, aunque yo también creo que para creer en ella primero deberías sentirla. Sentir que con el simple sonido de un cascabel mi mente vuelve años atrás y me devuelve a esa maravillosa niñez en la que de la mano de mis padres soñaba, soñaba con que llegarán estás fechas y poder sentir que todos tus deseos se cumplían, porque lo cierto es que lo más importante de la navidad no son los regalos, es la magia de creer. A mi esa magia me envuelve,hoy más que ayer, al ver la carita de mi hijo, como espera un día y otro esa noche mágica en la que le traerán miles de cosas, y aunque hoy no es consciente aún, lo más importante no es ese gran regalo que desembala con ilusión ese no es el más grande que recibe, sino ese pequeño que no ve, que siente, que un día al mirar atrás recordará, ese mágico regalo es la vida, la amistad, el amor de todos aquellos que le rodean y viven con él cada día, son todas aquellas enseñanzas que le llegan por todas partes y harán de él un hombre el día de mañana, espero que sea un hombre con el corazón lleno de magia, lleno de reconocimiento a aquellos que dieron su vida por él, por aquellos que hicieron todo porque sintierá la navidad y la sintiera de verdad. Es ese espíritu de compartir, de respetar, de ayudar a todo aquel que necesite su ayuda, es el aprender a mirar más allá de las personas y ver sus corazones que unos días alegres y otros tristes siempre necesitan de alguien que les mire dentro, muy dentro y les sepa decir o que simplemente sepa estar ahí en la distancia esperando a que algún día con una simple sonrisa se le devuelva todo lo dado. Yo deseo que en estos días, todos disfrutéis de esta magia que es la navidad, en compañía de todos los que os quieren, y en compañía de los recuerdos de aquellos que hoy ya no están, pero que su magia dejaron viva en vuestros corazones.
Que el verdadero espíritu de la navidad resida en vuestros corazones, porque la navidad es como un tren lleno de recuerdos y lo realmente difícil no es ver pasar ese tren, sino decidirte a subir en él. Muak. Sara ct.