Ejercicio de escritura. Texto sobre la imagen de anciano de espaldas con bolsas en un camino andando.
«Poco es lo que tengo, como ves. Pequeñas cosas que acompañan mi caminar. Duro anochecer. Mañana preciosa que me traes contigo otro largo camino. Andaré cada mañana. Cada nuevo amanecer abrazaré esas pequeñas cosas que me acompañan, esas que no todos pueden ver. Son esas que guardo en ese pequeño lugar que si vieras, es tan grande por dentro, que quizás si te asomas demasiado puedas entrar en él. Porque con tu mirada me harás recordar aquellas cosas que ayer podía tocar pero que hoy simplemente camino para seguir buscándolas. Esas pequeñas cosas que no todos pueden ver ni sentir. Personas que como tú simplemente tienen tiempo para pararse a mirarme sin sentir lástima de lo poco que tengo, miran directas al fondo de eso que solo para esos pocos guardo. Eso tan grande, mucho más grande de lo que puedas llegar a creer. Por tener mucho más de lo que yo poseo, pueda llegar a tenerlo todo. Recuerdo al ver tus ojos, otros que ayer me miraron, recuerdo al ver la felicidad en tu rostro, cuando yo la poseía. Pienso al ver tu gran maleta, si con el paso de los años te pesará tanto como la mía. No miraré hacia atrás, pues no me hace falta, pues camino a paso lento pero seguro, porque hoy, mañana y siempre seguiré encontrando es esos pequeños detalles, mis recuerdos del ayer, que vuelven a mí en miles de cosas que no necesito poseer, pues están en cada cosa que miro, en cada persona que me mira, en cada nuevo caminar». Sara ct.