Difícil, imposibles despedidas.
Que difícil despedirte, que duro es decir adiós. Que dolorosa esa última mirada, esa última caricia, ese último latir. Hoy era un día de despedidas y como siempre, la evite. Esta vez no porque no quisiera enfrentarme a el, sino que ha sido por causas mayores. De este no adiós, nace un mensaje, que llega a sus destinatarias como una ola. Esa que te deja las lágrimas a punto de salir, justo cuando llega otra que te empuja la risa esa que te hace recordar a esa persona que no está. Y es que así soy yo, esa lágrima apunto de caer pero que se queda quieta al escuchar mi sonrisa a punto de volverse carcajada. Mis «solo los jueves» acabaron hoy, mis jueves de diez posiblemente también. Noche de muchas despedidas pero todas ellas con puntos y aparte, nunca con punto y final. La verdad esque me siento algo triste porque todo acabé, pues ha sido una experiencia increíble, la verdad es que la necesitaba, la he disfrutado mucho. Espacios en los que te puedes centrar solo en ti y en poder mejorar es esa pasión oculta que últimamente ha dejado de ocultarse. Ahora prometo estudiar todo lo que he aprendido, llevar teoria a practica, escribir todos los días al menos diez minutos, que no solo me valdrán de ensayo sino de terapia, pues no puedo vivir sin escribir, sin plasmar, sin crear, sin dibujar con palabras lo que veo, siento y pienso. En fín Junio ya esta llegando, mes que avecina muchas más despedidas y sobre todo una que se que volveré a evitar, un año después otra vez. Sara ct.
28-05-2015