En poco tiempo he vivido muchas cosas, soledad, lejanía, silencio, distancia. También alegrías, miles de horas sin poder parar de hablar, he llorado de la risa y llorado miles de penas para poder sacar de una experiencia no muy beneficiosa para mi, una sonrisa. He conocido a personas sencillamente ya imprescindibles en mis días y he luchado por conseguir poco a poco mis pequeñas metas marcadas. En este tiempo he dicho verdades que quizá nunca debí confesar y calle miles de cosas que tal vez si fueron las que debí gritar, pero ya tendrán su momento si no las logro olvidar.
La verdad es que sentir todo ésto, no me hizo mal, sino todo lo contrario me han llevado a saber poner distancia a las cosas y a las personas, tiempo que nos hace ver y sentir realmente que quieres y que no quieres en tu vida, por quién merece la pena apostar y por quién no. Aunque sinceramente todo esto se ha llevado muchas cosas que creí realmente fuertes, pero no hay nada mejor que poder saber que posees y que no, con quién contar y con quién no.
Siendo lo más grande llegar a descubrir que lo mejor que posees eres tu misma, y con quién siempre podrás contar sea contigo, sintiendo con ello que la única que dibuja mi destino soy yo.
Quizás a veces la mejor de las compañías sea la soledad, el silencio y la distancia, pues todas ellas te llevan a mejores compañías, conversaciones interminables, ganas de dar más y más de ti a cada momento y como no recibir miles de pequeños instantes que me dan la fuerza suficiente para sonreír y seguir. Momentos donde se rompe tu soledad ya que puedes llegar a sentir cerca de ti a aquellos que están a miles de kilómetros. Me quedo con eso, miles de horas en soledad rodeada de miles de horas de las mejores de las compañías, aunque estas sean escasas pero puedo decir que extraordinariamente reconfortantes y necesarias para seguir dibujando mi destino, pues sin esos pequeños flaxes de felicidad nada podría ser lo que es. Sara ct

                                                        16 Junio 2015

En poco tiempo he vivido muchas cosas, soledad, lejanía, silencio, distancia. También alegrías, miles de horas sin poder parar de hablar, he llorado de la risa y llorado miles de penas para poder sacar de una experiencia no muy beneficiosa para mi, una sonrisa. He conocido a personas sencillamente ya imprescindibles en mis días y he luchado por conseguir poco a poco mis pequeñas metas marcadas. En este tiempo he dicho verdades que quizá nunca debí confesar y calle miles de cosas que tal vez si fueron las que debí gritar, pero ya tendrán su momento si no las logro olvidar.
La verdad es que sentir todo ésto, no me hizo mal, sino todo lo contrario me han llevado a saber poner distancia a las cosas y a las personas, tiempo que nos hace ver y sentir realmente que quieres y que no quieres en tu vida, por quién merece la pena apostar y por quién no. Aunque sinceramente todo esto se ha llevado muchas cosas que creí realmente fuertes, pero no hay nada mejor que poder saber que posees y que no, con quién contar y con quién no.
Siendo lo más grande llegar a descubrir que lo mejor que posees eres tu misma, y con quién siempre podrás contar sea contigo, sintiendo con ello que la única que dibuja mi destino soy yo.
Quizás a veces la mejor de las compañías sea la soledad, el silencio y la distancia, pues todas ellas te llevan a mejores compañías, conversaciones interminables, ganas de dar más y más de ti a cada momento y como no recibir miles de pequeños instantes que me dan la fuerza suficiente para sonreír y seguir. Momentos donde se rompe tu soledad ya que puedes llegar a sentir cerca de ti a aquellos que están a miles de kilómetros. Me quedo con eso, miles de horas en soledad rodeada de miles de horas de las mejores de las compañías, aunque estas sean escasas pero puedo decir que extraordinariamente reconfortantes y necesarias para seguir dibujando mi destino, pues sin esos pequeños flaxes de felicidad nada podría ser lo que es. Sara ct

                                                        16 Junio 2015