Cenizas de ayer
«Cenizas del ayer»
Vivía atrapado, entre un folio en blanco y miles de letras que necesitaban y le pedían salir y ser expuestas. Escribía por impulsos, sin saber lo que de dentro iba a salir. Era en lo que sus días se habían convertido, escribía de noche, escribía de día, no podía frenarlo y así trascurrieron días, meses y años. Día tras día, letra tras letra, sin darse cuenta que con ello dibujaba a cada instante sus emociones, pintaba una y otra vez su sentir, plasmaba sin darse cuenta sus miedos y penas, dejándolo totalmente vulnerable a aquellos que le leían sin saber muy bien el porque. Lo hacía sin apenas ser consciente de ello, le era imposible poder frenar sus impulsos. Era como esa sensación de primer enamoramiento, ese sentimiento y necesidad de darlo todo a aquello que amas sin ver más allá, no podía dejar nada para sí, no podía dejar de rellenar cada una de sus líneas imaginarias que veía en aquel folio al que no podía dejar de acariciar y dibujar sonrisas, cuando volcaba en él su yo oculto, dándole con cada gota de sí, vida propia. Derramaba con ello gotas de emociones convertidas en letras, hasta que un día sin más, miro el folio en blanco y a no supo que escribir. En ese momento recuperó todo lo escrito y construyó con ello su pequeño gran castillo de penas que formaban su pasado, y lo prendió fuego, sintiendo por fin el motivo de tanta necesidad, que no era más que sacar de dentro lo que ya no le dejaba vivir. Sara ct.
24 de Junio 2015