28 de noviembre, hoy.

Sábado, 28 de noviembre,
Que difícil es todo, pero: no lo digas, quejarse parece delito, y la respuesta de los que rodean siempre será la misma, – Todo va a cambiar, todo, ya lo verás, paciencia,…Pero la verdad es que el futuro ya está aquí y todo parece permanecer en el mismo lugar, estático, quieto, parado. Y lo único que puedes hacer es dar vueltas sobre los mismos problemas, los mismos lugares, las mismas personas que parecen auténticos personajes de película, esos que ves siempre y parece que el tiempo no ha pasado por ellos, se mantienen idénticos, por sus vidas simplemente no pasó el tiempo. Son maniquíes perfectos queriendo dar ejemplo de su idílica vida, asentada, equilibrada, segura. Yo que carezco de todas esas cosas, los miro, y sinceramente no veo inquietud en sus miradas, no logro descifrar su estado en su idéntica sonrisa tras verlos una y otra vez, con la misma, exactamente igual. Realmente pienso que fingir, hacer creer a los demás, no nos lleva a ninguna parte, hacer ver a los demás que no estás bien, que necesitas ayuda o simplemente que necesitas que sientan tu sentir no es tan malo. Desde que somos pequeños nos venden la idea de que las penas se quedan en casa, y yo me pregunto, y si las dejo aquí, quién me sacará de ellas, si precisamente estoy así porque los que me rodean me hacen sentir exactamente eso. Dejar ver tus momentos de caída, para que también vean los de ascenso, creo que eso es más constructivo, más enriquecedor, en realidad más humano.
A veces pienso que nadie conoce a nadie. Nadie sabe cuántas veces he llorado, he caído y me levanté, si lo hice sola o acompañada. Nadie conoce los pensamientos que pasan por mi cabeza, si estoy feliz o contenta, si vivo soñando o por el contrario tengo los pies muy fijos a la línea que otros me marcaron. Pienso que el problema de todo es el tiempo, ese del que carecemos por su falta o por el poco interés que les prestamos mirándonos solo a nosotros mismos, no importándonos nada los sentimientos reales de los demás. porque para conocer a la gente, incluso a uno mismo, se necesita tanto tiempo e interés, que simplemente es más fácil dejarse llevar, seguir el camino fijado por uno mismo, mirando de reojo a ese que se cayó y no logra levantarse, más fácil si, pasar de largo y solo mirar de lejos por el retrovisor de nuestra vida. Realmente puede parecer más fácil seguir el de otros, a los que llamamos ejemplos de vida, esos a los que nos queremos parecer, por lo que son o lo que es peor, por lo que tienen, y que por lo tanto nos hacen simplemente convertir nuestra vida en su espejo.
Dejar caer aquí mis pensamientos quizás acerque algo más a las personas a mi vida,a mi pensar, a mis múltiples quejas y pesares, o tal vez las aleje, a saber. Sinceramente creo que en este mundo de egoísmo hay que darse a conocer, gritarle al mundo simplemente lo que eres, lo que sientes.
Pensando pienso y en el camino me pierdo. jajaja. Sara ct, Muy buenos días a todos y créeme, no es que todo vaya a cambiar, es que ya ha cambiado.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *